lunes, 4 de agosto de 2014

Ruido de tablas. Crítica. "El cuerpo dividido"

Manuel y Cristina están apunto de casarse, apenas queda una semana para el día de la boda. Los nervios lógicos de los días antes del acontecimiento empiezan a causar tensión en la pareja, en especial a Manuel, que se muestra irritable y taciturno. La tensión entre la pareja va in crescendo. Cristina decide por medio del dialogo saber que le ocurre a su pareja; esta conversación desvelará una fantasía oculta de Manuel, que Cristina estará dispuesta a cumplir sin importar las consecuencias.

Las fantasías sexuales en la pareja raramente se llevan a cabo, tenemos miedo a las implicaciones sentimentales que arrastran. Trios, juegos de dominación, intercambio de pareja y tantos otros, se transforman en pulsiones sexuales que quedan silentes, perdidas en nuestra imaginación, que de vez en cuando cobran vida y acto en momentos íntimos, perdidos en alguna ducha caliente, o en una solitaria cama. Si alguna vez en la intimidad de una conversación sale el tema, se suelta a modo de anécdota, añadiendo condicionales a la propuesta con frases como -¿que te parecería si?, ¿y si probamos?, pero normalmente el dialogo es interrumpido abruptamente por parte de uno de los dos interlocutores, dando como resultado una niebla de duda sobre los sentimientos reales de su pareja hacia el o ella.

Situemos en un espejo el titulo de la obra, transformemos el “ El cuerpo dividido” en “El cuerpo unitario”, reduzcamos a una entidad carnal, dos cuerpos distintos, intentemos juntar en un mismo cuerpo las mismas apetencias sexuales, sincronicemos los orgasmos en un gran orgasmo común, erección y humedad ante los mismos estímulos. Suena bonito, ¿verdad?, la verdad es que si, pero la realidad es otra, las dudas, los limites morales, los principios morales,convencionalismos sociales y el miedo ejercen de bisturí, y terminan por diseccionar el ideal de un mismo cuerpo.

La división irónicamente es un rasgo común en la pareja, por lo menos en su cotidianidad, nos interesan distintos libros, películas, tenemos opiniones antagónicas en política, temas sociales, conceptos sobre otras personas,etc, pero nuestra relación sigue fluyendo en mayor o menor medida. Pero en cuanto se introducen temas de indole sexual estamos obligados al consenso, aunque sea impostado y rompamos uno de los “supuestos” valores del matrimonio, la sinceridad. ¿Por qué?

Como intento de respuesta o mas bien como descripción de la influencia de las fantasías en las relaciones de la pareja, se presenta la propuesta “Cuerpo dividido”, una obra atrevida en concepto, asequible en formas, con un texto sin ínfulas estéticas, directo, crudo sin adulterar con diálogos creíbles y naturales, alejado de la pomposidad hueca de otras propuestas del off madrileño. Una obra que “toca” un tema fácil de entender por parte del espectador, gracias a la secreta empatía que desprende el argumento, digo secreta por que públicamente ninguno de los espectadores querrá mostrar su identificación con alguno de los personajes, en especial aquellos que vienen acompañados de su pareja.

La construcción de los personajes ofrece un resultado veraz, antes de que transcurran cinco minutos de representación ya tenemos claros los roles que tienen los personajes, mostrando diferente actitud, ante un acontecimiento tan importante como el matrimonio. Quizas una pequeña pega de la obra sea el pequeño forzamiento de la autora a que el espectador se posicione al lado del personaje femenino en detrimento del personaje masculino -esto es latente en la primera parte de la obra, luego el posicionamiento balancea, pero bueno eso es cuestión de impresiones personales. Voy a intentar razonar este pensamiento; el personaje femenino es cool, tiene amigas lesbianas, se sitúa constantemente en lo políticamente correcto, es culta- y así podríamos enumerar más rasgos positivos. Por contra el personaje masculino es un “bocazas”, un tipo no sujeto a lo políticamente correcto, irascible, infantil y manipulador. Este desequilibrio bajo mi opinión reduce y distrae la reflexión al espectador, volcando toda la responsabilidad del devenir de la obra al personaje masculino, obviando el papel trascendente de los dos personajes que provocan y motivan la trama de la obra, pero esto no es óbice para destacar y valorar positivamente el texto de la autor, Ruben Quirós.

El trabajo de los actores es desigual, llevándose toda mi atención el trabajo de Naiara Murguialday, que desarrolla de forma brillante, tanto vocalmente como gestualmente su personaje, componiendo un personaje totalmente creíble. El trabajo del actor que hace de Manuel (Miguel Angel Quirós, en ocasiones se le desborda la intensidad y pierde los tiempos en los diálogos -por ejemplo en la escena de la felación interrumpida por el tercer personaje, se desabrocha el pantalón, antes de que Cristina se lo proponga, se que son minucias, que no tienen importancia, pero creo que es mi deber dejar constancia de ello. El actor que hace de scort Rubén Labio, supera con solvencia justa, su propuesta de seda y sofisticación, pero eche de menos un poco más de “calor” en su interpretación.

Otro de los puntos en contra de la obra, seria su duración, una hora y media de representación me parece excesiva. Sobre todo se puede hacer larga la primera parte de la obra, la presentación de los personajes y el desarrollo del conflicto, en algunos diálogos el deseo de que ocurra algo me distrae. Cuando finalmente ocurre algo, en el momento que la trama se rompe y surge lo inesperado, la obra ya esta apunto de concluir. Eso si, la forma de concluir es brillante, dejando el debate y la reflexión abierta.

En resumen una obra audaz en concepto, usual en formas, con unos diálogos asequibles, pero con una carga analítica de “profundidad” importante, que reflexiona sobre la identidad individual en las relaciones y lo hace sin tapujos ni recovecos existencialistas solo con la realidad cotidiana de la pareja, sin emplear ningún artificio ni metáfora ininteligible. “Cuerpo Dividido” tiene el acierto de sacar a la luz la “cara b” de las relaciones: las fantasias ocultas, ,la individualidad y lo mas terrible de todo el sacrificio de nuestras convicciones por amor. ¿Error o acierto?, el espectador tiene la última palabra.

Texto:Alejandro Daza iglesias.
Fotos: web de la Sala Bululú2120

REPARTO:
 

Naiara Murguialday
Miguel Angel Quirós
Rubén Labio.
Compañía: Los Sueños de Fausto S.L.

Cuándo?:agosto: 1, 2 , 3, 8, 9 y 10 a las 20:30h
Dónde?: Sala Bululú2120. C/ Canarias, 16 // C/ Tarragona, 17
Cuánto?: desde 9 euros. entradas, aquí.

2 comentarios:

  1. ESCRITOR RAUL QUIROS.

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  2. Muy buena critica, analiza muy bien los personajes y los escondidos deseos de ellos

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